Ambientada en Virginia Occidental (EE.UU) y con una sugerente banda sonora que nos acompaña a lo largo de la novela. 4 Estaciones y media es un thriller cargado de dramatismo y acción en el que varios personajes acabarán por entrelazar sus vidas, afrontando, a su vez, los acontecimientos diarios representados simbólicamente a lo largo de cuatro estaciones: primavera-esperanza, verano-falsas apariencias, otoño-pérdida e invierno-ausencia.
Familia, amor, amistad, sexo, drogas y corrupción conforman esta emocionante y trepidante narración cuyo final no dejará indiferente.
«El famoso Camaro negro del 69 se acercó y aparco detrás de Arizona. Del vehículo salió el hombre con el que coincidió, dos semanas atrás, en Cute Gigis. Este cerró la puerta y se apoyó en el coche en posición similar a la de Arizona.
—Me debes una porción de pumkin pie —dijo mientras sacaba un cigarrillo de su cajetilla y lo encendía, gracias a un zippo plateado en el que se podía ver el dibujo grabado de un par de revólveres cruzados».
«Una gota resbalando por el cuello de un vidrio verde, translúcida y con un fuerte olor a alcohol; varias gotas resbalando por su sien, translucidas y con un fuerte olor a él; transpirando aquel vapor de agua por cada poro de su piel. Sentados y abrazados entretejían con sus lenguas un ovillo pigmentado de rojo, repleto de sensualidad y pasión».
«El agua resbalaba por el rostro de Ludwig, como un reflejo de su propia decadencia, porque a veces la sangre de los ángeles se derrama bendiciendo la tierra y en otras muchas, como ahora bajo esta hermosa y lacerante noche cubierta de charcos iluminados por sus cómplices luces, vierten lágrimas que taracean nuestro interior hasta sembrarlo de hiel».
«Los tres individuos comenzaron a disparar a los federales mientras Daylon quitaba los amarres de popa y subía el ancla de proa. Un diluvio de balas atravesó parte del casco en forma de aguacero como el monzón se precipita sobre los campos de arroz en oriente. El silbido de un proyectil rozándole la sien le hizo retroceder y protegerse de aquella vorágine cargada de violencia y vesania».